lunes, 21 de julio de 2014

Novela: "Amor Prohibido"

Chiquis aquí acaba este pequeño maratón. Deciros que me voy 3 o 4 dias a la casa de campo de una amiga, allí no tiene internet así que no podré subir. En volver haré otro maratón, y ya termino novela. Prometido, y no serán más de cuatro días de verdad, espero que me disculpéis, ya que estoy de vacaciones pero no siempre puedo subir. Gracias!

Capítulo 46



Al día siguiente, cada uno se fue a sus respectivos trabajos. Ambos hablaron para intentar seguir con sus vidas normales y Peter le aseguró que no se preocupara, que confiara en él en que pronto acabaría todo. Los días transcurrieron normales, entresemana ellos se veían cuando volvían de trabajar. Peter estaba en el trabajo cuando recibió un mensaje. Lo leyó y entonces se puso serio.

-<<Vamos allá>> dijo para sí mismo.

-Lucas-fue a hablar con su jefe-tengo que salir antes, por el tema que estuvimos hablando-Lucas hizo una cara de sorpresa.

-Ah, de acuerdo, no te preocupes. Todo bien. Pero cuídate, amigo-Peter asintió, agarró sus cosas y salió del trabajo. Se metió un chicle en la boca y fue hacia su casa, tranquilo. Lali todavía tardaría un par de horas en ir a casa. Él abrió y dejó las llaves, entonces se puso a hacer cosas.

-Hola Peter-se escuchó una voz masculina desde la otra habitación. Era Benjamín.

-¿Co-cómo has entrado aquí?

-La puerta está cerrada, pero tenéis ventanas. Tan sólo hay que ser un poco listo, si estáis en casa no conectáis la alarma.

-¿Qué quieres?-Benjamín soltó una carcajada.

-Tú sabes muy bien lo que quiero-Peter retrocedió un par de pasos y Benjamín sonrió de nuevo.

Veinte minutos después, la casa de Peter y Lali estaba rodeada de coches de policías y una ambulancia. Lali llegó a su calle, aparcó el coche y se llevó la mano a la boca al ver la situación. Los ojos se le cristalizaron y el corazón se le aceleró. Había varias personas mirando y el perímetro de su casa estaba vallado. Sin dudarlo un momento se metió por debajo de la valla y un Policía la detuvo.

-¡Es mi casa! ¡Y mi marido!-el policía la soltó y entonces Lali vio salir a Peter, mientras charlaba con un policía.

-Oh, dios mío-susurró con apenas un hilo de voz y se tiró a sus brazos-Peter también la abrazó con fuerza.

-¿Qué ha pasado? Me avisó mi jefa de que tenía rodeada la casa de policías Peter, casi me muero-se percibía la angustia en su voz, estaba al borde del llanto.

-Todo ha acabado mi amor-le sonrió, aliviado. Entonces aparecieron Eugenia y Pablo con la misma cara de angustia que tenía Lali. Al verlos fueron rápidamente a abrazarlos. A Lali le llamó su madre, preocupada, también había salido en las noticias. Pero lo cierto es que Lali todavía no sabía lo que había ocurrido.

Peter agarró a Lali de la mano, y sus amigos lo siguieron.

-Mi amor, este es mi amigo Marcos, el jefe de policía de Forks que te conté-lo presenta-el día que te viste con Benjamín, que yo más tarde me fui de casa, fui a hablar con él y le conté que Benjamín nos seguía a todas partes, que te amenazó, todo lo que te hacía a ti, le conté todo…  y al no tener pruebas, si hubiera sido cualquier otro policía no hubiera hecho nada por mí, pero Marcos me creyó y estuvieron observándolo. Hoy me envió un mensaje diciéndome que llevaba todo el día siguiéndome y observándome, así que salí del trabajo antes y fui a casa porque sabía que tú ibas a tardar, quería que al fin reaccionara, que hiciera algo para que pudieran meter mano en el asunto-Marcos asintió.

-Así es, estuvimos observando cuando Peter entró a la casa. En primer lugar-dijo contando con la mano-eso ya es allanamiento de morada, delito castigado por la ley. Después, nos quedamos observando que hacía, a esperas de intervenir, y se le lanzó a Peter al cuello, intentó golpearle varias veces, y entonces sacó una pistola, y ahí intervenimos. Pudimos observar que no se lo esperaba, así que se asustó y disparó  a la pierna de un policía, por lo que ahí observamos ya más de dos delitos penales. Al ir armado, entraron más refuerzos y finalmente soltó la pistola, después de que le disparáramos, pero la bala le dio en el hombro así que simplemente está herido de gravedad, pero sobrevivirá.

-Pero… ¿se le castigará no?-preguntó Euge.


-Por supuesto, Peter es mi amigo y me fío de su palabra-continuó Marcos- así que por lo que me contó esto ya viene de hace tiempo y ese hombre no es la primera maldad que ha hecho. He hablado con las autoridades de Houston, que es de donde es él y ya habían recibido más quejas de él. Hemos acordado que pase en prisión veinte años, tendrá la entrada prohibida en Forks y tendrá una orden de alejamiento hacia Lali y Peter. Ese tío no se os volverá a acercar.

A Lali se le iluminó el rostro y abrazó a Peter, por fin, por primera vez en años, se sentía libre, liberada, totalmente liberada de esa carga que Benjamín suponía para ella, ahora sabía que podrían vivir en paz.

Novela: "Amor Prohibido"

Capítulo 45



Cuando Lali abrió los ojos, unas cuantas horas después, se despertó algo inquieta, asustada. Pero esa inquietud disminuyó cuando vio a Peter durmiendo a su lado. Miró la hora, las seis de la tarde. Vio que Peter había recogido toda la cocina, y sonrió. Se puso a limpiar la casa, quería distraerse con algo, hasta que una hora más tarde aproximadamente, Peter despertó. Buscó a Lali con la mirada, y la vio en la otra habitación, pasando la fregona. Se sentó en el borde del sofá y se frotó los ojos, todavía algo cansado.

-Te has despertado-apareció Lali-Hola-Peter la miró, con el mismo rostro serio que tenía antes de marcharse.

-Hola.

-¿Cómo estás? ¿Dónde has ido antes?

-No he ido a buscarlo, si es lo que te preocupa, soy más listo que tú y sé que eso no arreglaría nada-dijo bruscamente. Lali agachó la mirada.

-Sé que te has enfadado porque me haya visto con él, pero necesitaba enfrentarlo, lo necesitaba-Peter se encontraba mirando hacia el suelo, con las manos sobre su boca. Lali soltó un suspiro.-Pit…

-No lo necesitabas Lali, no necesitabas verlo, simplemente querías, y esa es la única verdad.

-¿Piensas que quería verlo? ¿Piensas que yo sigo teniendo…?

-No.-negó rotundamente-sé que no querías verlo por el placer de verlo a él, sino por solucionar esto, pero tú sabías muy bien que con verlo y hablar con él no iban a cambiar las cosas-al fin la mira a los ojos, por primera vez y los tiene vidriosos-pero lo que has hecho de quedar con él y a esas horas de la mañana es la mayor estupidez que has hecho nunca. Podría haberte hecho daño, o a nuestros hijos, y eso es algo que ahora mismo no puedo perdonarte. No has pensado en ellos, no has pensado en mí, en cómo me quedaría yo si llega a pasarte algo-las lágrimas caen por su rostro-sé que sólo querías terminar con esto, pero tomando esa decisión has sido egoísta-Peter se levantó del sofá y se fue al piso de arriba.

Lali estuvo toda la tarde en el salón, y Peter en su habitación. Peter pensando que tal vez se había pasado, y Lali reflexionando sobre las palabras de Peter <<eso es algo que no sé si ahora mismo puedo perdonarte>>. Lali lo entendía, ¿qué hubiera pasado si hubiera sido al revés? Si ella llega de celebrar su graduación con sus amigas, feliz y llega a casa y no lo encuentra, no sabe dónde está, no sabe nada de él y él ni si quiera ha avisado a su mejor amigo. Comprende el terror que debe de haber sentido Peter al no tener ni idea de dónde estaba a esas horas y pensar que algo malo podía haberse pasado. Y como si mejorara las cosas, después se entera de que estaba ni más ni menos con Benjamín, su ex, el que ella tanto ha querido y tanto ha sufrido por él, sabiendo que puede ser capaz de cualquier cosa.

Lali se levantó del sofá, fue a la cocina y preparó unas pizzas caseras, la comida favorita de Peter. Puso dos en una gran bandeja, con dos coca-colas y subió al cuarto. Cuando entró, Peter estaba tumbado en la cama, girado hacia el lado contrario a la puerta.

-Te he traído la cena-musitó Lali con voz dulce, pero cautelosa. Peter continuó girado-te he hecho una pizza, con salsa de queso y todo-al decir eso, se escuchó un rugido, proveniente de Peter y Lali soltó una risita-los dos estamos hambrientos, vamos a cenar, ¿te parece?

Peter se giró lentamente, miró a Lali algo tímido y entonces cogió un trozo de pizza.

-Gracias-dijo sin apenas mirarla. Comieron en silencio, pero aún así no estaban del todo incómodos, habían llegado a tener tanta confianza el uno con el otro que ni si quiera estos momentos hacían que no se sintieran cómodos.

Al terminarse la pizza, Peter se recostó sobre su almohada, tocándose la barriga.

-Estaba muy rica-al fin rompió el silencio y Lali asintió, sonriendo.

-Te quiero-musitó Lali, de repente, y Peter no pudo evitar mirarla tiernamente.

-Yo también te quiero, lo sabes de sobra, más que a mi vida-volvió hacia el suelo.

-Lo siento-continuó-perdóname, tienes razón. No he pensado en cómo te sentirías tú ni en lo preocupado que estarías  al no encontrarme. Nunca volveré a hacerte nada parecido, pero por favor, perdóname, me está matando estar así contigo-Peter la miró de nuevo, y entonces la abrazó.


-No tengo nada que perdonarte mi pequeña-le besó la frente-ya está.

Novela: "Amor Prohibido"

Capítulo 44



Benjamín pegó su pecho a la pistola que sujetaba Lali en alto, apuntándole

-Adelante, hazlo.

A Lali le caían las lágrimas por el rostro, impidiéndole ver con total claridad. Puso la mano sobre el gatillo de la pistola, y justo cuando iba a apretarlo, la soltó, dejándola caer al suelo.

-Y entonces me marché-finalizó Lali, todavía temblando.

-¡Pero qué hijo de puta!-gritó Eugenia. Peter simplemente se encontraba mirando hacia el suelo, seguía con los puños apretados, sin pronunciar palabra.- ¿tú estás loca de verte con él? ¿y si llega a hacerte algo?-Peter se levantó de golpe y agarró las llaves de casa.

-¿A dónde vas?-lo miró Lali preocupada.

-A terminar con esto-podía observarse la ira en sus ojos, salió de casa y cerró la puerta de un golpe. Lali se derrumbó en el sofá y su amiga la abrazó.

-Tranquila, llamaré a Pablo para que hable con él-Lali no dejaba de llorar, preocupada por lo que fuera a hacer Peter o lo que pudiera pasarle. Euge le preparó un té y le metió dentro un tranquilizante, que al final provocó que se quedara dormida de tanto llorar. Al fin llegó Peter junto con Pablo.

-Shhhh, se acaba de dormir-se levantó del sofá- ¿dónde demonios has ido Peter? Lali ha estado a punto de llamar a la policía, estaba muy preocupada.

-Tranquila, no ha hecho ninguna locura-respondió Pablo abrazándola-me ha contado todo lo que ha pasado, debíais de haberme llamado antes.

-No podías ayudar de ninguna manera aunque quisieras-levantó los hombros-¿dónde has ido?-se dirigió de nuevo a Peter.

-El jefe de policía de Forks es un muy buen amigo nuestro, le hemos dado las descripciones de Benjamín y le hemos contado lo que pasaba. Aunque sin pruebas evidentes y sin que haga nada no pueden detenerlo, van a estar atentos-Euge suspiró.

-Me alegro, por un momento he pensado que ibas a hacer cualquier tontería.

-Por falta de ganas no era, créeme, pero sé que enfrentándome a él sólo empeoraría las cosas. Yo sólo espero que no vuelva a acercarse a Lali, porque entonces sí que no sé si podré volver a controlarme.

Después de estar un rato charlando, al fin Peter les convenció para que se fuera, aunque les costó ya que querían estar con ellos dadas las circunstancias.


-Gracias por todo-fue lo que les dijo Peter antes de que se marcharan. Puso una manta sobre el cuerpo de Lali y la dejó dormir. Él se puso a limpiar la cocina, se dio una ducha rápida y se puso el pijama. Entonces, se acostó en el otro sofá, al lado de Lali, ya que no quería que despertara y se viera sola en el salón. 

Novela: "Amor Prohibido"

Capítulo 43



Peter y Euge salieron de casa con prisas.

-¿Y? ¿Por dónde buscamos?

-¿Qué te parece si vas tú por allá con el coche y yo a pie por aquí? Si la encuentras, llámame-musitó Peter.

-De acuerdo. Te digo lo mismo.

Peter comenzó a caminar, cuando ya comenzaba a estar cansado, la vio. Iba unos metros por delante de él. Caminaba lentamente, casi arrastrando los pies y mantenía la vista en el suelo.

-¡Lali!-gritó y ella se giró. Ya  no llevaba maquillaje, ni tampoco iba vestida como ayer. Llevaba unos vaqueros, unas converse blancas y un abrigo negro. Llevaba el pelo recogido en una cola mal hecha y podían observarse unos leves círculos oscuros alrededor de sus ojos Peter corrió hacia ella. Ella lo vio y casi automáticamente, lo abrazó.

-¿Qué ha pasado? ¿Dónde te habías metido? Euge y yo estábamos preocupados-la apartó de su cuerpo después de abrazarla, para poder mirarla a la cara. Tenía los ojos vidriosos.- ¿E-estás bien? ¿te ha pasado algo?

-Estoy bien-respondió ella apenas con un hilo de voz. Peter cada vez estaba más preocupado.

-Estás helada- la abrazó por los hombros y se los frotó, intentando que entrara en calor-vamos a casa, te prepararé algo caliente y me cuentas.

Le envió un mensaje a Eugenia, y ella en menos de dos minutos ya estaba en la puerta de su casa. Cuando Peter se acercó con Lali, su amiga corrió hacia ella y la abrazó.

-¿Dónde te habías metido? ¡me he levantado y ya no estabas! ¿sabes el susto que me has dado?

-Lo siento-la miró y esbozó una sonrisa forzada.

Una vez en casa, Peter cogió unos calcetines gordos de Lali y se los puso en el pie, encima de los que ya llevaba, le quitó un abrigo y le puso una manta por encima. Mientras, su amiga le preparaba un chocolate caliente, que sabía que le encantaban. Se sentaron con ella en el sofá.

-¿La?-preguntó Euge, con un poco de miedo a la reacción de Lali. Ella bebió un sorbo de chocolate caliente y respiró hondo.

-Cuando Euge y yo nos volvimos de estar con vosotros, vi desde el coche a Benjamín, otra vez-Peter apretó los puños, que se volvieron blancos debido a la fuerza con la que los apretaba. Estaba a punto de estallar de rabia, de salir ahí fuera y no parar hasta encontrarlo, y entonces asegurarse de que no los molestara más-no podía dejar de pensar en ello, sabéis como soy con ese tema, y nos observa constantemente, como si fuera un… psicópata o algo así. Me puse a pensar en el correo que me envió y que leíste tú-se dirigió hacia Peter y él negó con la cabeza, imaginando donde había estado.

-Le envié uno diciéndole que quería hablar con él-continuó Lali-seguramente sabría que Peter a esas horas no estaba, porque me contestó enseguida y me dijo de vernos en ese momento. Por lo que me contestó también sabía que yo le hablaría al final.

-Todo el que te conoce lo sabía-añade Euge.

-¿Te ha hecho algo?-preguntó Peter, serio, podía notarse su dolor al preguntarlo. Su desesperación. Lali negó con la cabeza.

-No me ha tocado, tranquilo.

Cuando Lali llegó al parque, no vio a Benjamín, así que se quedó parada, esperando a que apareciera. Sopesó la idea por unos segundos de quedarse o echar  a correr, ahora que todavía podía y observando apenas había gente en la calle, pero entonces apareció por detrás.

-Bu-le susurró al oído y ella se sobresaltó.

-Hola-intentó sonreír mostrando cara de amabilidad, pero más bien le salió una cara como cuando muerdes un  limón.

-Lalita, Lalita… como has crecido en tan poco tiempo, hace nada todavía íbamos haciendo locuras como un par de jóvenes enamorados y ahora estás casada y esperando ser madre.
-La gente cambia, aunque al parecer no toda-lo miró fijamente.

-¿Nos sentamos en ese banco? ¿Te parece?-Ambos se sentaron y él la miró.-¿Cómo te va todo?

-¿Qué quieres?-preguntó Lali, elevando su tono de voz, quizá más de lo que quería.

-¿Cómo? No entiendo la pregunta.

-Sí la entiendes, ¿por qué no nos dejas en paz? Venir a Forks, en primer lugar, no finjas que no lo has hecho porque estamos nosotros. Quedarte a vivir aquí y no dejar de vigilarnos, ¿qué buscas Benjamín, qué demonios quieres conseguir?

-Oh-musitó- ahora sí te has explicado bien. En ese caso, te quiero a ti, no te he olvidado ni jamás te voy a olvidar, porque eres el amor de mi vida, y no me importa que estés casada ni que vayas a tener hijos, no voy a rendirme tan fácilmente, y que sepas que jamás, voy a amar a nadie como te amo a ti.

-¿Y qué piensas hacer? ¿Piensas obligarme a estar contigo?

-No voy a obligarte. Si no quieres estar conmigo, lo respeto. Pero entonces tampoco estarás con nadie-Lali hizo una mueca.

-Estás enfermo.

-De amor, Lali.

-¿No ves que llegas un poco tarde? Estamos casados, vivimos juntos y vamos a ser padres, ya estoy con él, y voy a estar siempre, tenlo claro.

-Eso ya lo veremos-Lali se levantó del banco-pensaba hacer las cosas de otra manera, pero me lo has puesto en bandeja, así que te lo pediré por las buenas: si no quieres que le pase nada malo, déjalo-al oír esas palabras, las lágrimas comenzaron a brotar de los ojos de Lali.

-Por favor, déjanos en paz. ¡Soy feliz, él me hace feliz! algo que tú nunca has conseguido ni conseguirás…-dijo con más amargura de la que quería-si tanto me amaras como dices me dejarías ser feliz. Yo lo amo…-Benjamín se puso en pie y Lali retrocedió un paso.


-Lo amas… ¿y cuánto lo amas? Dime, ¿lo amas lo suficiente como para morir con él, lo suficiente como para MATAR por él?-puso énfasis en esa palabra y sacó una pequeña pistola que tenía guardada, entregándosela- ¿estarías dispuesta a matar al hombre que te impide estar con él sólo para estar juntos?-Benjamín pegó su pecho a la pistola que sujetaba Lali en alto, apuntándole-adelante, hazlo.

Novela: "Amor Prohibido"

Mil disculpas por mi ausencia, demasiadas complicaciones familiares en pocos días... como recompensa hago maratón, queda poco para el final. Que tengáis un buen día!



Capítulo 42

Peter llegó a casa aproximadamente a las ocho de la madrugada. Dejó las llaves en la mesa del salón y comenzó a deshacerse el nudo de la corbata mientras subía a su habitación. Abrió la puerta lentamente, intentando hacer el mínimo ruido posible. En su cama, estaba Euge durmiendo, pero no estaba Lali. Peter frunció el ceño y despertó a Eugenia, moviendo su cuerpo con delicadeza.

-Ummm…-se quejó ella

-Soy Peter-Ella abrió los ojos de repente.

-¿Qué pasa Peter?

-¿Y Lali?

-¿Cómo?-preguntó todavía con los ojos cerrados.

-Lali, no está aquí, ¿Dónde está?-entonces abrió los ojos y miró a su lado de la cama.

-Ayer nos fuimos a dormir juntas, estará en el piso de abajo desayunando o en el baño.

-No está aquí en casa, y la puerta no estaba cerrada con llave, pensaba que habías sido tú ¿no la has oído marcharse?

-No, pero estará comprando o tal vez dando una vuelta.

-Estoy preocupado… son las ocho y cuarto de la madrugada, ¿Dónde habrá ido a esta hora? Y ayer llegasteis tarde, ella es dormilona, es muy extraño que se levante tan temprano-Euge se sienta en la cama.

-Voy a llamarla-marca su número y se pone el auricular en la oreja-comunica.

-Voy a intentarlo yo-espera que el móvil marque tonos-igual.

Peter se sienta en la cama, al lado de Euge y se tira el pelo hacia atrás.

-Dios, ¿Dónde te has metido mi amor?

-Tranquilo Peter-le pone la mano sobre la espalda-seguro que está bien y en un rato nos explica donde estaba.

-Yo no puedo dormirme ahora, me voy a buscarla-se levanta de la cama.

-Espera, me visto y te acompaño-agarra su ropa y se mete en el baño.

Unas horas antes…

-¿Tienes sueño?-preguntó Euge a Lali mientras entraban por la puerta.

-Un poco, ¿y tú?-Euge asintió.

-Yo estoy muerta, voy a coger la cama y a entrar en coma.

Ambas se desmaquillaron, se cepillaron los dientes, se pusieron el pijama y se metieron en la cama. Euge como dijo, se quedó dormida a los cinco minutos de meterse en la cama.

 Lali no dejaba de dar vueltas, pensando en Benjamín. Agarró su móvil y escribió un correo, pensó que seguramente Benjamín no habría cambiado de correo, así que le envió uno, dudando de si recibiría una respuesta:

<<Hola, soy Lali. Me gustaría hablar contigo a solas, en cuanto puedas dame una dirección y una fecha, sé que sigues en Forks.>>

Dejó el móvil en la mesita de noche, y aproximadamente media hora después obtuvo una respuesta suya.

<<Hola ¡Pensaba que nunca me lo dirías! No vivo muy lejos de vosotros, pero ahora no estoy en casa. ¿Te parece que quedemos en veinte minutos en el parque que hay en la Avenida Gordon?>>

A Lali le recorrió un escalofrío por todo el cuerpo. No sabía si estaba haciendo lo correcto, si se arrepentiría o no de esto, y sabía lo que suponía quedar con Benjamín y a estas horas de la madrugada, donde no habría mucha gente por la calle. Después de pensarlo durante un par de minutos, respondió:


<<Allí estaré>>