viernes, 23 de agosto de 2013

Capítulo 8




NOVELA: "SER DIFERENTE"
CAPÍTULO 8: "Saber decir adiós"

Mi madre se detuvo en seco, se quedo ahí, en el mismo lugar, parada
-¡¿De verdad está aquí?!- escuché la vocecita de mi hermano-decile que lo quiero mucho, decile que...
-Nico, él está acá. Puede escucharte-dije medio sonriéndole
-¿Papá? te extrañamos mucho
-Señor, le prometo que voy a cuidar de su familia siempre. Gracias por todos los años que me dio de felicidad aca en su casa y en su familia, mi familia también-dijo Nina con lágrimas en los ojos.
Yo sólo observaba a mi mamá, esperaba una reacción por su parte. Ella respiró hondo, estaba llorando.
-Mi amor-dijo mientras se sentaba en un sillón, mi papá se encontraba a su lado, mirándola con expresión triste.
Suspiré y esbocé una media sonrisa, parecía que había logrado algo.
-La, deciles a todos que yo también los extraño. Decile a mamá que saque fuerza de donde no la tiene, que tiene que seguir adelante, que se refugie en ustedes, que yo estoy bien.
-Dice que él también los extraña, a todos. Él está bien-ahora me dirigía a mamá-que tenes que sacar fuerzas y tirar para adelante.
-Mi vida, yo... esto me viene muy grande sin vos, te extraño mucho y te necesito a mi lado. No se como llevar esto, nose como manejar nada, estoy perdida-dijo con las manos cubriéndose el rostro.
-Lali, decile que se acuerde de cuando te tuvimos a vos. Eras la primera, no teníamos ni idea que hacer, estábamos los dos muertos de miedo y esa situación sí que nos venía grande. Pero decidimos ir poco a poco, viviendo día a día y tirando para adelante como podíamos, haciéndolo lo mejor que podíamos. Uno no nace enseñado, uno no nace capaz de enfrentarse a la vida. Pero yo se que ella es fuerte, y que va a poder con esto. Que tiene dos hijos hermosos en los que apoyarse, que la tiene a Nina que va a ayudarla como siempre. Y que yo siempre voy a estar con ella, con ustedes. Y decile que por favor, esté con vos, que te comprenda un poco más con tu tema, que se enfrente a eso y abra la mente.

Les dije todo lo que me decía mi padre, esa tarde fue una mezcla de muchos sentimientos. 
Pero a partir de ese día todo fue a mejor. Iba casi todos los días a visitarlos y a quedarme con ellos en casa, a pasar la tarde juntos o me quedaba a cenar. Incluso algunos días dormía ahí. Estaba feliz de volver a pasar tanto tiempo con ellos. A mis amigos los veía poco pero les conté todo, así que me entendían y estaban felices por mí. Además Candela había comenzado a salir con Agustín, recién empezaban pero estaban muy bien. Cande también le dijo a Peter que yo tenía asuntos familiares importantes, así que dejó de insistir respecto a la comida con él. Por otra parte, la relación con mi mamá había mejorado mucho, me apoyaba y me intentó ayudar con algunos espíritus, que con la ayuda de mi papá habíamos conseguido que cruzaran al otro lado. Yo sabía que estaba haciendo un gran esfuerzo, a ella le costaba y estaba ayudándome mucho. Además ya casi no iba al psicólogo y le habían reducido las dosis de pastillas. Extrañábamos barbaridades a papá, pero todo estaba volviendo a su lugar.

Había pasado casi un mes, era viernes y estaba en casa de mi mamá después del trabajo. Estábamos como casi todas las tardes juntos, charlando y riendo. Y entonces apareció papá, sonreía.
-¿Qué pasa?-dije yo mirándolo y automáticamente Nina, Nico y mamá me miraron.
-Chiquita mía, veo la luz, es hora de marcharme.-dijo él y mi cara cambió. No sabía si ponerme contenta o echarme a llorar.
-¿La, que pasa?-preguntó mi madre preocupada.
-Es hora de que papá se vaya-dije ahora sonriente, pensando en lo que me dijo él de mi abuela <<La abuela cruzó la luz, y ahora es muy feliz>> y sabiendo que era lo que debía ser y lo que él quería. No era justo que se quedara acá. A mi madre se le cristalizaron los ojos, pero también sonrió, entendiendo que eso era algo bueno.
-¿Ya te vas?- preguntó mi hermano mirando a su alrededor.
-Sí mi amor, se va-dije mirando a Nico y luego me quedé mirándolo a él.
-Yo antes de irme tenía que asegurarme que vos volvías a casa a verlos, asegurarme de que estarían unidos, de que seguirías ayudando a los espíritus en trance y de que vos sola podrías hacerlo. Y me di cuenta de que si puedes, de que ya todo está bien. Esa fue la razón por la que me quede tanto tiempo, no podía cruzar hasta asegurarme de eso.
-Se quedó tanto tiempo porque tenía que asegurarse de que todo estuviera bien y de que seguíamos siendo una familia, de que estábamos unidos.
-Sos increíble-dijo mamá ya llorando. Y mi hermano también lloraba, y Nina. Y yo tampoco pude evitarlo.
-Antes de irme, quiero una última cosa. Decile a Nico que cuide de ustedes, que ahora él es el hombre de la casa. Decile a mamá que la amo como nunca amé a nadie, y que ella puede, que sea fuerte. A Nina que gracias por todo. Y a vos simplemente que te abras a la gente, que ames la vida, que salgas con chicos, con tus amigos, que disfrutes mi amor porque sos joven y te lo mereces. Y... Lali, entiende y haceles entender a ellos que la muerte no es nada, sólo pasé al otro lado. Yo soy yo, ustedes son ustedes. Lo que somos unos para los otros continuamos siéndolo. Denme el nombre que siempre me han dado. Hablen de mí como siempre lo hicieron, no usen un tono diferente. No tomen un aire solemne y triste. Sigan riendo de lo que nos hacía reír juntos. Recen, sonrían, piensen en mí. La vida es lo que siempre fue, el hilo no se cortó. ¿Por qué debería estar fuera de su mente? ¿Simplemente porque estoy fuera de su vista? Les espero, no estoy lejos, sólo al otro lado del camino. ¿Ven? todo está bien. Los amo. -Dijo antes de lanzar un beso e irse con una sonrisa. Sabía que estaba feliz, y eso me provocó a mi una inmensa felicidad.

Y esa fue una tarde triste, triste porque se había marchado una de las personas más importantes de mi vida, y sabía que hasta dentro de mucho tiempo no la volvería a ver. Pero tenía razón en todo, e iba a hacer lo que dijo, por él, porque estaría orgulloso. Iba a estar unida a mi familia, pero estaba dispuesta a salir, a disfrutar, a no pensarme tanto las cosas. A vivir la vida como a él le gustaría, disfrutando de cada momento. Incluso muerto mi padre me había dado una lección más de la vida, una lección más de aprendizaje. Y aunque sentía el dolor de su ausencia, supongo me sentía afortunada, no todo el mundo puede despedirse de sus seres queridos cuando se marchan. Y creo que eso es lo más difícil de la vida: decir adiós, pero hay que saber decir adiós, hay que saber dejar ir. Hay que aceptar el pasado, vivir el presente y creer en el futuro.

_____________________________________________________________________

Y bueno, ya se marchó el papá. Eso quiere decir que la novela va a cambiar de rumbo, y va a centrarse más en Laliter, ya que en estos 8 capítulos se centró más que nada en el papá y en su familia. Y bueno, también en los espíritus que verá Lali y a los que se va a tener que enfrentar sola. Espero que les guste, besos!!