lunes, 21 de julio de 2014

Novela: "Amor Prohibido"

Capítulo 43



Peter y Euge salieron de casa con prisas.

-¿Y? ¿Por dónde buscamos?

-¿Qué te parece si vas tú por allá con el coche y yo a pie por aquí? Si la encuentras, llámame-musitó Peter.

-De acuerdo. Te digo lo mismo.

Peter comenzó a caminar, cuando ya comenzaba a estar cansado, la vio. Iba unos metros por delante de él. Caminaba lentamente, casi arrastrando los pies y mantenía la vista en el suelo.

-¡Lali!-gritó y ella se giró. Ya  no llevaba maquillaje, ni tampoco iba vestida como ayer. Llevaba unos vaqueros, unas converse blancas y un abrigo negro. Llevaba el pelo recogido en una cola mal hecha y podían observarse unos leves círculos oscuros alrededor de sus ojos Peter corrió hacia ella. Ella lo vio y casi automáticamente, lo abrazó.

-¿Qué ha pasado? ¿Dónde te habías metido? Euge y yo estábamos preocupados-la apartó de su cuerpo después de abrazarla, para poder mirarla a la cara. Tenía los ojos vidriosos.- ¿E-estás bien? ¿te ha pasado algo?

-Estoy bien-respondió ella apenas con un hilo de voz. Peter cada vez estaba más preocupado.

-Estás helada- la abrazó por los hombros y se los frotó, intentando que entrara en calor-vamos a casa, te prepararé algo caliente y me cuentas.

Le envió un mensaje a Eugenia, y ella en menos de dos minutos ya estaba en la puerta de su casa. Cuando Peter se acercó con Lali, su amiga corrió hacia ella y la abrazó.

-¿Dónde te habías metido? ¡me he levantado y ya no estabas! ¿sabes el susto que me has dado?

-Lo siento-la miró y esbozó una sonrisa forzada.

Una vez en casa, Peter cogió unos calcetines gordos de Lali y se los puso en el pie, encima de los que ya llevaba, le quitó un abrigo y le puso una manta por encima. Mientras, su amiga le preparaba un chocolate caliente, que sabía que le encantaban. Se sentaron con ella en el sofá.

-¿La?-preguntó Euge, con un poco de miedo a la reacción de Lali. Ella bebió un sorbo de chocolate caliente y respiró hondo.

-Cuando Euge y yo nos volvimos de estar con vosotros, vi desde el coche a Benjamín, otra vez-Peter apretó los puños, que se volvieron blancos debido a la fuerza con la que los apretaba. Estaba a punto de estallar de rabia, de salir ahí fuera y no parar hasta encontrarlo, y entonces asegurarse de que no los molestara más-no podía dejar de pensar en ello, sabéis como soy con ese tema, y nos observa constantemente, como si fuera un… psicópata o algo así. Me puse a pensar en el correo que me envió y que leíste tú-se dirigió hacia Peter y él negó con la cabeza, imaginando donde había estado.

-Le envié uno diciéndole que quería hablar con él-continuó Lali-seguramente sabría que Peter a esas horas no estaba, porque me contestó enseguida y me dijo de vernos en ese momento. Por lo que me contestó también sabía que yo le hablaría al final.

-Todo el que te conoce lo sabía-añade Euge.

-¿Te ha hecho algo?-preguntó Peter, serio, podía notarse su dolor al preguntarlo. Su desesperación. Lali negó con la cabeza.

-No me ha tocado, tranquilo.

Cuando Lali llegó al parque, no vio a Benjamín, así que se quedó parada, esperando a que apareciera. Sopesó la idea por unos segundos de quedarse o echar  a correr, ahora que todavía podía y observando apenas había gente en la calle, pero entonces apareció por detrás.

-Bu-le susurró al oído y ella se sobresaltó.

-Hola-intentó sonreír mostrando cara de amabilidad, pero más bien le salió una cara como cuando muerdes un  limón.

-Lalita, Lalita… como has crecido en tan poco tiempo, hace nada todavía íbamos haciendo locuras como un par de jóvenes enamorados y ahora estás casada y esperando ser madre.
-La gente cambia, aunque al parecer no toda-lo miró fijamente.

-¿Nos sentamos en ese banco? ¿Te parece?-Ambos se sentaron y él la miró.-¿Cómo te va todo?

-¿Qué quieres?-preguntó Lali, elevando su tono de voz, quizá más de lo que quería.

-¿Cómo? No entiendo la pregunta.

-Sí la entiendes, ¿por qué no nos dejas en paz? Venir a Forks, en primer lugar, no finjas que no lo has hecho porque estamos nosotros. Quedarte a vivir aquí y no dejar de vigilarnos, ¿qué buscas Benjamín, qué demonios quieres conseguir?

-Oh-musitó- ahora sí te has explicado bien. En ese caso, te quiero a ti, no te he olvidado ni jamás te voy a olvidar, porque eres el amor de mi vida, y no me importa que estés casada ni que vayas a tener hijos, no voy a rendirme tan fácilmente, y que sepas que jamás, voy a amar a nadie como te amo a ti.

-¿Y qué piensas hacer? ¿Piensas obligarme a estar contigo?

-No voy a obligarte. Si no quieres estar conmigo, lo respeto. Pero entonces tampoco estarás con nadie-Lali hizo una mueca.

-Estás enfermo.

-De amor, Lali.

-¿No ves que llegas un poco tarde? Estamos casados, vivimos juntos y vamos a ser padres, ya estoy con él, y voy a estar siempre, tenlo claro.

-Eso ya lo veremos-Lali se levantó del banco-pensaba hacer las cosas de otra manera, pero me lo has puesto en bandeja, así que te lo pediré por las buenas: si no quieres que le pase nada malo, déjalo-al oír esas palabras, las lágrimas comenzaron a brotar de los ojos de Lali.

-Por favor, déjanos en paz. ¡Soy feliz, él me hace feliz! algo que tú nunca has conseguido ni conseguirás…-dijo con más amargura de la que quería-si tanto me amaras como dices me dejarías ser feliz. Yo lo amo…-Benjamín se puso en pie y Lali retrocedió un paso.


-Lo amas… ¿y cuánto lo amas? Dime, ¿lo amas lo suficiente como para morir con él, lo suficiente como para MATAR por él?-puso énfasis en esa palabra y sacó una pequeña pistola que tenía guardada, entregándosela- ¿estarías dispuesta a matar al hombre que te impide estar con él sólo para estar juntos?-Benjamín pegó su pecho a la pistola que sujetaba Lali en alto, apuntándole-adelante, hazlo.

2 comentarios:

  1. Ay Lali y su que ella sola se mete en líos!!!!
    Que que?!!!!
    Lo haría?!!! O dejará a Peter?!!!
    Ojala y todo salga bien

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  2. K ni le de bola.
    Peter es criminalista y ella su profesora también criminalista,deberían saber como salir d esa situación ,y Lali no exponerse d esa manera.

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