sábado, 2 de noviembre de 2013

Novela: "Amor prohibido"



Capítulo 2

Juan Pedro Lanzani con los ojos apenas abiertos, estiró el brazo llegando hasta su mesita de noche y apagó el pesado sonido del despertador. Sin duda, estaba mucho más descansado que el día anterior. Le costaba poco irse a trabajar, ya que sabía que ese dinero era para su futuro no tan lejano. Era una chico ahorrador, y tenía bastantes ahorros, más los que iba a sacar durante todo el año y que no pensaba gastarse salvo para algo necesario. 
Desde hacía un par de años, Peter había conseguido un empleo como camarero en un bar-restaurante. No era demasiado lo que le pagaban, pero hacía muchas horas, y eso más las grandes becas que le daban era suficiente para pagarse la universidad, tener lo básico durante el año y poder ahorrar algo.
Era un día nuevo, así que Peter se lavó la cara, se cepilló los dientes y salió rumbo al trabajo.

Unas horas antes de que él entrara en la universidad, alguien que no esperaba entró en el bar, y le llamó mucho la atención. Cuando la vio entrar, él estaba sirviendo una mesa. Se quedó observándola, lucía seria y parecía que estaba discutiendo con alguien por el móvil a juzgar por su cara. Su compañero de trabajo, Federico, iba a ir a atenderla pero Peter se adelantó.

-Fede, deja yo me encargo.

-No eres tonto tú eh, tienes buen ojo-le respondió con un guiño y se marchó de nuevo a otras mesas. Conforme Peter se arrimaba a la mesa de esa chica oía cada vez más clara su voz.

-Bueno, si no quieres discutir entonces no me llames. No, no estoy enfadada-se percató de la presencia de Peter-tengo que dejarte. Sí, adiós. Perdón-dijo ahora dirigiéndose a Peter y frotándose la cara con las manos.

-No te preocupes, si quieres me espero a tomarte nota...

-No, no, está bien. ¿Qué tenéis para tomar?

-Mmm... tenemos bocadillos de lo que quieras, hamburguesas, pizzas y pasta de toda clase.

-¿Unos "espagueti" con salsa a la carbonara puede ser por favor? 

-Claro, ¿bebida?

-Coca-cola.

-Enseguida te lo traigo-musitó él, alejándose sin dejar de mirarla.

-Ey, estate en lo que estás-dijo Fede cuando chocó con él.

-Perdón Fede, perdón.

-¿Te gusta la chica?-señaló con la cabeza hacia donde se encontraba ella.

-No se... es extraño. Como que me da curiosidad. Ha venido nueva a la ciudad, y por lo que sé sola. ¿Por qué querría alguien tan joven venir aquí? No hay nada.

-Tal vez le guste la lluvia-levantó los hombros -Venga, inténtalo.-y ahora Peter lo miró.

-¿Que intente qué?

-Conseguir su número, hablar con ella, algo. Es muy guapa, entiendo que te haya llamado la atención, por aquí siempre estamos acostumbrados a ver las mismas caras. Ver a una persona nueva es extraño,y  si encima es bonita todavía llama más la atención. Si no estuviera comprometido tal vez hubiera pensado como tú. Venga-le dio un pequeño empujón.

Peter dudó unos segundos antes de acercarse hasta ella.

-Pe-perdona mi pregunta, pero ¿eres nueva por aquí verdad?-ella sonrió 

-¿Tanto se nota?

-No es eso-dijo él sentándose frente a ella-pero por aquí no estamos acostumbrados a ver caras nuevas- y menos una como la tuya, pensó.

-Sí, soy nueva en Forks.

-¿Y puedo preguntar por qué? es decir, es pequeño, húmedo, no es un sitio en el que hayan cosas que ver o que sea genial para venir a vivir precisamente.

-¿No te han enseñado en el trabajo que hay que tener un trato formal con tus clientes simplemente, nada personal?-Peter se quedó en blanco y entonces ella comenzó a reír.-es broma, no me importa. Estaría bien conocer a alguien aquí.-y en ese momento Peter comprendió que a cualquier otra persona que no fuera ella lo más probable es que le habría molestado su curiosidad.-Supongo que por eso mismo he venido... es un sitio pequeño, donde la gente no suele ir, es tranquilo... lo que yo buscaba. Vengo de Houston, así que como sabrás aquello no es ni pequeño ni tranquilo. Me hacía falta un gran cambio, es un momento de mi vida en el que necesito tranquilidad. Y bueno, me ofrecieron trabajo aquí y no se me ocurrió un lugar mejor para vivir, aunque sea por un tiempo.

-Ojalá yo hubiera estado en un lugar como Houston, al igual que tú necesito también un cambio en mi vida. Y así que te ofrecieron trabajo aquí... ¿de qué si se puede preguntar?-ella rió de nuevo. Peter pensó que tenía la sonrisa más bonita que había visto nunca.

-Soy maestra, de la universidad de aquí. De segundo y cuarto año de criminología-Peter se quedó callado por unos segundos, sin poder creerlo. ¿Era que el destino quería que volvieran a verse o eso significaba que tenía muy mala suerte y que no debía de intentar nada con su profesora? ¿Y cómo iba a reaccionar ella cuando se enterara de que él iba a ser su alumno y ya sabía más cosas de su vida que cualquier otro?