domingo, 15 de septiembre de 2013

Capítulo 17




NOVELA: "SER DIFERENTE"
CAPÍTULO 17: "Decisiones"


Me mantuve en silencio, observando su reacción. Se quedó serio unos instantes, hasta que sus labios se curvaron en una sonrisa. 

-Está bien, tengo que decir que de todas las que me dijiste esta fue la mejor-me dijo esta vez soltando una carcajada y yo fruncí el ceño.
-Peter, creeme que ojalá fuera joda. Pero no lo es-dije yo y ahora se puso serio él.
-Con esas cosas no se juegan ¿lo sabes?
-¡Por dios Peter! ¿Crees que me inventaría algo así?-y él continuaba observándome, sin responder- ¿De verdad lo crees?-Y casi preferiría que pensaba que era una joda, porque su cara se empalideció, su sonrisa desapareció y ahora me miraba como si estuviera loca.
-¿De qué estás hablando? ¿Qué es exactamente lo que ves?-y noté como se puso tenso, y se alejó un poco de mí. Podía ver en sus ojos que estaba comenzando a asustarse.
-Ve-veo espíritus que están acá atrapados por alguna razón, que n-no pueden avanzar-dije bajando la mirada, y ahora mis ojos comenzaron a cristalizarse. Me estaba pasando de nuevo, me iban a dejar.
-Y vos los ayudas-Afirmó, entre una mezcla de incredulidad y de ironía.
-No pretendo que lo aceptes, sólo necesito que me creas-dije ya con lágrimas recorriendo mi rostro. Él sólo me observaba, frío y perplejo. Sin estar seguro de creerme o no.
-Yo... creo que necesito un tiempo-y por primera vez apartó la vista de mí-necesito meditar todo esto, digerir lo que me dijiste- dijo estupefacto, levantándose del sofá. Yo sólo asentí levantándome, quería irme de ahí lo más rápido que pudiera. Sin pensarlo, agarré mi abrigo y salí de esa casa. El día estaba muy oscuro, habían mucha niebla y hacía mucho frío. Pero me importaba poco, sólo quería correr, largarme de ahí y llegar a mi casa.
 Empecé a caminar rápido y escuché a Cande gritar mi nombre varias veces. Eché a correr, y ahora las lágrimas no dejaban de caerme. Comenzó a llover y me puse mi capucha, reduciendo ahora un poco la velocidad y sollozando, ya que estaba sola y podía hacerlo tranquilamente. Me senté en un portal para refugiarme de la lluvia, agarrándome las piernas ya que estaba helada del frío. Sólo pensaba en la cara de Peter, en sus ojos verdes mirándome de esa manera, mirándome como si estuviera loca.  Sabía que esa imagen sería difícil de borrar. 
Apreté los ojos con fuerza, con tanta fuerza que quería que se me olvidara todo. Respiré hondo y salí de aquel portal, dirigiéndome a aquel sitio que siempre había sido mi refugio: mi casa, donde sabía que estaría segura y nadie me encontraría.
Llamé al timbre y me abrió Nina, al verme empapada y llorando se asustó y me empujó hacia dentro. Pronto aparecieron mi hermano y mi madre, me abrazaron preocupados. 

-¿Qué pasó hermosa?-me preguntó Nina mientras me traía una toalla y me cubría con ella.
-Le conté la verdad- dije y ya las dos sabían a quién me refería y sobre que hablaba.
-Nina, por favor- dijo mi madre haciéndole señas para que se llevara a mi hermano. Nina asintió.
-Chiquito, vos y yo vamos a terminar los deberes.
-¿Qué? ¡No! ¿Por qué? ¡Quiero estar con mi hermana!
-Después hablamos mi amor-le dije yo, ya me encontraba más calmada.
Una vez se fueron mi madre centró toda la atención en mí.
-Vamos a hacer una cosa vos y yo. Vas a darte una ducha de agua caliente, ahora te doy toallas y ropa limpia. Te pones calentita, te cambias y hablamos las dos tranquilas. -Asentí y me dio un abrazo-Todo va a estar bien mi vida, te lo prometo. Anda a bañarte.-E hice lo que me pidió.

Cuando salí de la ducha me sequé. Me puse un pijama que me dejó mi madre y su chaqueta de lana de ir por casa, que sabía que me encantaba. Unos calcetines de dormir, de esos gordos y suaves. Me sequé un poco el pelo con la toalla y bajé. Me senté al lado de la chimenea y me cubrí con una manta. Me sentía tranquila, en paz. Protegida por mi familia.
Mi madre apareció con un par de tazas de té caliente y me dio una. Me dejó un beso en la frente y se sentó a mi lado.

-Ahora sí, si vos quieres contame, mi niña.
-Fue horrible ma, le conté y primero se pensó que era joda. Después me miró con miedo, como si estuviera loca, como... un bicho raro-le conté dolida, pero ahora ya no lloraba, ni una sola lágrima. Mi madre me abrazó.
-Dejale tiempo para que lo asimile, La. Si realmente sabe lo que vales, si realmente en este tiempo te conoció algo sabrá entenderte o al menos lo intentará. No me creo que ese chico no te tenga ni un poco de aprecio. Volverá, aunque sea a pedirte más explicaciones o a dártelas él.  Y si no vuelve ni si quiera vale la pena que lo pienses. Se que estabas ilusionada mi amor, lo se. Pero si no es él otro llegará, se que no es lo mismo pero yo también sufrí por amor. Y simplemente llegará el indicado-me dijo mi madre sincera y yo sentí consuelo. Pues yo siempre creí en el destino, y en que el hombre de mi vida será aquel que me acepte y se quede en mi vida. También me alivió pensar en lo que me diría mi padre, y la fuerza que me daba saber que él siempre estaba conmigo, aunque hubiera cruzado.
Mi madre estuvo charlando conmigo un poco más, haciéndome olvidar el tema de Peter. Cenamos en paz, juntos que era lo más importante. Era esto, justo esto lo que necesitaba. Estar con mi familia. 
Terminamos de cenar y mi hermano se fue a su habitación, pero no me dijo nada. Mi madre se fue a acostar, no sin antes asegurarse de que yo estaba bien, ya que ella tenía que levantarse temprano también. Nina me dijo que si me hacía falta hablar lo hiciera y me hizo saber que <<Ningún hombre merece mis lágrimas, ni si quiera el más bueno del mundo.>> Le di las buenas noches y subí a la habitación de mi hermano. Entré con sigilo y lo vi viendo la televisión, cuando entré me miró un segundo y volvió la vista a la tele.

-Ey, pequeño, no me diste las buenas noches.
-Ya no soy tan pequeño Lali-me gruñó
-¿Qué pasa?-dije sentándome a los pies de su cama
-Que me tratan como a un nene chiquito, las tres. Me echan cuando quieren hablar de temas suyos, de temas "de mayores"-dijo haciendo señas con las manos- Ni si quiera vos me cuentas, y sos mi hermana. Ahora soy el hombre de la casa y nadie me tiene en cuenta para hablar de sus cosas-no pude evitar sonreír
-¿Quieres que te cuente por qué lloraba?-y ahora él me miró-Yo no te dije nada porque no quería que me vieras así, soy tu hermana mayor. Dale... ¿Me haces un huequito?-y él asintió, dejándome un lugar para que me tumbara con él. -Bueno, lloraba por un chico.
-¿Un novio?-Algo así, recién comenzábamos. 
-¿Viste que yo veo espíritus? Bueno, vos sabes que no es muy normal, y vos me quieres y me aceptas así porque soy tu hermana. Pero  la gente que no me quiere o conoce tanto lo ve como algo malo, le da miedo o piensan cosas feas de mí.
-¿Sabes qué? El chico ese se lo pierde. Vos sos re linda, y no te lo digo porque seas mi hermana, eh. Sos una chica linda y buena y...-No lo dejé continuar y me lo comí a besos. Los dos reímos. 
-¿Sabes que me animaría mucho y me pondría re contenta?
-¿Qué?-Preguntó él con sus ojitos celestes.
-Dormir con vos. ¿Te acuerdas cuando vos tenías miedo y dormíamos juntos? Bueno, ahora necesito yo que duermas conmigo. 
-¡Sí, me encantaría

Estuvimos hablando un poquito más hasta que se quedó dormido. Suspiré y me acomodé a su lado dispuesta a dormir. Cerré los ojos, había sido un día difícil, de muchas emociones y decisiones.
Elegir entre sí y no tal vez sea la decisión más difícil de tomar. Hay veces en que la diferencia entre decir sí o decir no puede ser determinante, puede cambiar tu vida para siempre. "El no ya lo tengo", dice alguien para darse coraje, porque el no es lo que nos rige. Decimos que no a todo, todo el tiempo. Pero a veces, decimos algunos sí. A veces decimos sí sin medir las consecuencias, y ese sí cambia todo. ¿Pero no se trata de eso la vida? ¿De decir sí, de avanzar, de vivir...? El sí nos compromete, y nos desnuda. El sí señala que algo nos falta. Una vez más estamos ante esa decisión. Que todo siga siendo no, o animarse al sí y zambullirnos en la vida. Hoy tuve que decidirme entre contarle o no a Peter. Decidí que sí, me costó decidirlo, pero lo hice. Y no me arrepiento de haber dicho "sí", no me arrepiento de haberme animado a contarle quien soy. Me sentía segura, dispuesta a seguir, y sabía que esto me haría más fuerte. 
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Paso con poco tiempo, lo siento!! Capítulo dedicado a mi querida Inma:) jajajaja Y por cierto, recomiendo a: www.tusnovelalitter.blogspot.com leanla!! Tiene varias noves y recién empezo una muy linda y original!   
Que tengan lindo día, besos!