lunes, 26 de agosto de 2013

Capítulo 10



NOVELA: "SER  DIFERENTE"
CAPÍTULO 9: "Nuevos sentimientos"

Me levanté a la mañana siguiente, con el mismo pensamiento que cuando me acosté. Estaba con ánimos de salir, tenía ganas de estar con mis amigos, lo pasé muy bien en la cena. Me hice una especie de "recogido" en el pelo mal hecho, dejando mechones sueltos. Me lavé la cara, me cepillé los dientes y me puse a desayunar tranquilamente. De nuevo apareció el fantasma.
-Ayúdame-susurró
-¿Cómo? ¿Cómo te puedo ayudar? Necesito saber algo más que el nombre de esa chica
-Es médico, investiga en el hospital. Necesito hablar con ella. Necesito que me ayudes.
-Te voy a ayudar. ¿Cómo te llamas? Tendré que saber tu nombre también para cuando hable con ella.
-Salvador, ella sabrá de quien le hablas.
-¿Qué te pasó?
-¡No importa ahora eso, vos tenes que hablar con ella!-dijo con mucha bronca y desapareció
Suspiré, estaba acostumbrada a esos arrebatos cuando preguntaba cosas que no querían responderme ahora. 

Le envié un whatssap a Can, diciéndole que le parecía que nos juntáramos a comer o a cenar. Le pareció genial la idea y quedamos a comer en casa de Agus y Peter, así que decidí ir al hospital antes. Cuando llegué allí, fuí a preguntar a recepción. 
-Buenos días, ¿en qué puedo ayudarla?- me preguntó una señora mayor que no parecía estar de muy buen humor. La suerte no estaba de mi lado.
-Hola, buenos días. Em...buscaba a Paula Martínez, es médico de acá. Soy una amiga suya.
-La mujer se quedó observándome, como si no se acabara de fiar- Lo siento, pero ella hace el turno de noche. No se encuentra acá en estos momentos.
-Ah, está bien. Esque...ella no sabía que yo iba a venir, quería darle una sorpresa y ni si quiera le pregunté  a que hora comenzaba a trabajar. ¿Su dirección no podría dármela o decirme por donde para? No soy de acá y se suponía que llegaba mañana, por eso no le pedí la calle ni nada- empecé a improvisar, y no sabía que más decir.- Es una sorpresa- le repetí.
-Lo siento, pero yo no puedo darle esos datos por muy amiga suya que sea. Dígale que llegó y que le diga ella donde vive, yo no puedo hacer eso. O sino pase esta noche por acá y la encontrará,
-Me quedé observándola unos segundos, esperando que un ángel me iluminara y se me ocurriera algo. Finalmente me rendí- Está bien, gracias de todas maneras.- y comencé a caminar hacia fuera del hospital- Genial-dije en un susurro.
Habíamos quedado en menos de una hora, así que decidí irme ya. Tenía que comprar un par de cosas antes de ir a casa. Y ya se me ocurriría algo. Me metí en el auto, y para mi sorpresa, tenía a un hombre sentado en el asiento del copiloto.
-¡La concha de tu hermana, Salvador!
-Que poco poder de la improvisación ¿Soy una amiga le dijiste? ¿Y no sabes donde vive? ¡Eso no se lo cree ni el papa!
-¡Bueno, che! Hice lo que pude. ¿Por qué no estabas vos ahí para decirme algo? ¿Y vos no sabes donde vive? Si me dijeras al menos de que la conoces, ayudaría.
-¿Si lo supiera crees que estaríamos acá? Ya te diré, eso por ahora es algo que no importa. Cuando tengas que hablar con ella ya te enterarás de todo. -de nuevo desapareció. ¡Como odiaba que desapareciera así!

Hice todo lo que tenía que hacer, fuí a mi casa y descargué todo lo que había comprado. Me di cuenta que ya era la hora, me había entretenido demasiado. Dejé todo como estaba en mi casa y salí. De nuevo me metí en el auto, introduje la dirección en el gps y puse rumbo a casa de Peter y Agus. Cuando llegué estaba ya la mesa preparada, y ellos dos junto con Can sentados, esperándome. Los saludé, me disculpé por el retraso y me senté con ellos en la mesa.
-¿Un fantasma no?-me preguntó mi amiga en un susurro y asentí
-¿No esperamos a Gas?
-Tenía trabajo, quedó con una chica para hacerle unas fotos con su nene. Él llegará más tarde.-me dijo ella de nuevo.
Estuvimos charlando toda la comida, quitamos la mesa y nos sentamos en el sofá.
-Ey chicas, ¿qué les parece si vemos una película?-preguntó Agus
-Sí, buenísimo-dijimos las dos al unisono.
-Voy a ver las que tenemos. ¿Me acompañas Can?
-¡Vamos!
Peter me miró y sonrió.
-Quieren que nos quedemos solos.
-Eso me pareció- le dije y nos reímos
-¿Sobre qué te apetece ver? ¿Romántica?- me preguntó haciendo una expresión muy graciosa con la cara.
-Me reí- La verdad es que esas son más el tipo de Can. No me importa, mientras no sea de peleas y sangre.
-¿Me lo dices o me lo cuentas? Desde que está con Agus me tocó ver más películas de amor que en toda mi vida. Ella quería que yo las viera ¡Me hizo ver toda la saga de crepúsculo! -dijo y estallé de la risa- Y eso no es lo peor, cada vez que Edward salía se ponía a gritar como una loca- me miró abriendo los ojos- ¡y Edward sale durante toda la película!- y volví a reír
-Así es Cande, la verdad no me sorprende
-¿A vos no te gustan esas películas?
-De crepúsculo no soy muy fanática y tipo románticas sí que hay algunas que me gustan, pero tampoco me matan.
-Me parece a mí que estos prefirieron quedarse en la habitación-dijo mirando en la dirección que se habían ido
-Sí, yo creo que también
-¿Nos ponemos nosotros una?
-Dale- le sonreí.
Y pusimos la película de "tiburón". Estábamos los dos en silencio, sin saber mucho que decir cuando sonó mi teléfono. El número era de casa de mi mamá, así que supe que era Nico.
-Hola lindo, ¿Como estás? Yo bien también. No, no estoy en casa. ¿Mañana? Dale, sí si, me viene perfecto. Cuenten conmigo para comer. Un besito. Te quiero.
-¿Tu novio?
-Mi hermano pequeño- le dije sonriendo.-Si tuviera novio no hubiera chapado con vos, ¿por qué clase de chica me tomas?-le dije sonriendo y el rió.- ¿Vos tienes novia?- y por dentro rezaba para que su respuesta fuera que no.