Cuando
Lali abrió los ojos, unas cuantas horas después, se despertó algo inquieta,
asustada. Pero esa inquietud disminuyó cuando vio a Peter durmiendo a su lado.
Miró la hora, las seis de la tarde. Vio que Peter había recogido toda la
cocina, y sonrió. Se puso a limpiar la casa, quería distraerse con algo, hasta
que una hora más tarde aproximadamente, Peter despertó. Buscó a Lali con la
mirada, y la vio en la otra habitación, pasando la fregona. Se sentó en el
borde del sofá y se frotó los ojos, todavía algo cansado.
-Te
has despertado-apareció Lali-Hola-Peter la miró, con el mismo rostro serio que
tenía antes de marcharse.
-Hola.
-¿Cómo
estás? ¿Dónde has ido antes?
-No
he ido a buscarlo, si es lo que te preocupa, soy más listo que tú y sé que eso
no arreglaría nada-dijo bruscamente. Lali agachó la mirada.
-Sé
que te has enfadado porque me haya visto con él, pero necesitaba enfrentarlo,
lo necesitaba-Peter se encontraba mirando hacia el suelo, con las manos sobre
su boca. Lali soltó un suspiro.-Pit…
-No
lo necesitabas Lali, no necesitabas verlo, simplemente querías, y esa es la
única verdad.
-¿Piensas
que quería verlo? ¿Piensas que yo sigo teniendo…?
-No.-negó
rotundamente-sé que no querías verlo por el placer de verlo a él, sino por
solucionar esto, pero tú sabías muy bien que con verlo y hablar con él no iban
a cambiar las cosas-al fin la mira a los ojos, por primera vez y los tiene
vidriosos-pero lo que has hecho de quedar con él y a esas horas de la mañana es
la mayor estupidez que has hecho nunca. Podría haberte hecho daño, o a nuestros
hijos, y eso es algo que ahora mismo no puedo perdonarte. No has pensado en
ellos, no has pensado en mí, en cómo me quedaría yo si llega a pasarte algo-las
lágrimas caen por su rostro-sé que sólo querías terminar con esto, pero tomando
esa decisión has sido egoísta-Peter se levantó del sofá y se fue al piso de
arriba.
Lali
estuvo toda la tarde en el salón, y Peter en su habitación. Peter pensando que
tal vez se había pasado, y Lali reflexionando sobre las palabras de Peter
<<eso es algo que no sé si ahora mismo puedo perdonarte>>. Lali lo
entendía, ¿qué hubiera pasado si hubiera sido al revés? Si ella llega de
celebrar su graduación con sus amigas, feliz y llega a casa y no lo encuentra,
no sabe dónde está, no sabe nada de él y él ni si quiera ha avisado a su mejor
amigo. Comprende el terror que debe de haber sentido Peter al no tener ni idea
de dónde estaba a esas horas y pensar que algo malo podía haberse pasado. Y
como si mejorara las cosas, después se entera de que estaba ni más ni menos con
Benjamín, su ex, el que ella tanto ha querido y tanto ha sufrido por él,
sabiendo que puede ser capaz de cualquier cosa.
Lali
se levantó del sofá, fue a la cocina y preparó unas pizzas caseras, la comida
favorita de Peter. Puso dos en una gran bandeja, con dos coca-colas y subió al
cuarto. Cuando entró, Peter estaba tumbado en la cama, girado hacia el lado
contrario a la puerta.
-Te
he traído la cena-musitó Lali con voz dulce, pero cautelosa. Peter continuó
girado-te he hecho una pizza, con salsa de queso y todo-al decir eso, se
escuchó un rugido, proveniente de Peter y Lali soltó una risita-los dos estamos
hambrientos, vamos a cenar, ¿te parece?
Peter
se giró lentamente, miró a Lali algo tímido y entonces cogió un trozo de pizza.
-Gracias-dijo
sin apenas mirarla. Comieron en silencio, pero aún así no estaban del todo
incómodos, habían llegado a tener tanta confianza el uno con el otro que ni si
quiera estos momentos hacían que no se sintieran cómodos.
Al
terminarse la pizza, Peter se recostó sobre su almohada, tocándose la barriga.
-Estaba
muy rica-al fin rompió el silencio y Lali asintió, sonriendo.
-Te
quiero-musitó Lali, de repente, y Peter no pudo evitar mirarla tiernamente.
-Yo
también te quiero, lo sabes de sobra, más que a mi vida-volvió hacia el suelo.
-Lo
siento-continuó-perdóname, tienes razón. No he pensado en cómo te sentirías tú
ni en lo preocupado que estarías al no
encontrarme. Nunca volveré a hacerte nada parecido, pero por favor, perdóname,
me está matando estar así contigo-Peter la miró de nuevo, y entonces la abrazó.
-No tengo nada que perdonarte mi
pequeña-le besó la frente-ya está.
Y si Lali fue muy egoísta !!!
ResponderEliminarNo rondó en nada y sabía muy bien a la que se arriesgaba!!!
Que bueno que se perdonaron pero eso le sirvió a Lali de aprendizaje !!
Los dos reflexionaron .
ResponderEliminarSe aman.