jueves, 10 de octubre de 2013

Capítulo 31



NOVELA: "SER DIFERENTE"
CAPÍTULO 31: "Cuidarme"

Me hicieron unas cuantas pruebas más para asegurarse de que todo estaba bien, después me llevaron en una silla de ruedas hasta donde estaba mi familia. Todos me abrazaron al verme, todos estaban allí: Candela, Gastón, Peter, Agus, mamá, Nico, Nina, incluso Rochi.

-Doctor, ¿Ella está bien? ¿Le quedaron algunas secuelas? ¿Por qué le agarró?-le atiborró a preguntas mi madre.
-Como puede ver ella está bien, no se preocupe, aunque algo débil-Peter no me soltaba la mano mientras escuchaba atentamente las palabras del médico-Pase dentro con ella y le explico todo, hablamos sobre lo que debe hacer...
-Yo quiero entrar también, por favor-dijo Peter mirando a mi madre
-Claro Peter, es el novio-dijo mi madre mirando al médico-¿Puede pasar no?
-Sí, pero no más personas, esperen acá los demás.

Entramos detrás del médico los tres.

-Siéntense-se sentaron Pit y mi madre en las sillas y me pusieron a mí en el medio con la silla de ruedas. Cada uno me agarraba una mano, podía notar que estaban asustados.-Bueno, Lali, como ya sabes sufriste un ataque cardíaco-yo asentí-es algo extraño y poco frecuente siendo tan joven, las mujeres suelen tener infartos a partir de los 50, igualmente eso no quita que a gente joven les agarren. Pero acá viene la buena noticia. Se sabe que de cada 100 ataques cardíacos, aproximadamente el 20% son ataques masivos, la muerte es fulminante. El 30% son los que suele haber dolor de pecho, fatiga inusual, sudoración, palidez, y a veces náuseas y vómitos, en este tipo de ocasiones hay tiempo para ir al hospital. El restante 50% son traicioneros y silenciosos, duran horas o días y se confunden con indigestiones, dolores de mandíbula o cansancio. 
-Yo estuve dentro del 30%-terminé lo que iba a decir
-Así es, y que estés dentro de ese 30% no asegura nada, podía haberte causado la muerte como en cualquiera de los otros. Pero por suerte, mandaron a una ambulancia rápido y llegaron a tiempo a por vos, aunque tuvieron que administrarte morfina ya que tus dolores eran muy fuertes.
-Y si normalmente agarran a personas más mayores ¿por qué fue? ¿No está sana, doctor?-mi madre lo observaba con preocupación, y Peter cada vez me apretaba más la mano.
-Bueno, ahí esta el quit de la cuestión. Hay unos cuantos factores de riesgo que podrían haberle causado un ataque, pero no parece que ella padezca ningún factor. Uno de ellos es vida sedentaria
-No-dijeron mi madre y Peter a la vez- ella no para-dijo ahora mi madre
-Alimentación abundante y muy rica en grasas-continuó el doctor y yo negué-sobrepeso y obesidad que está a la vista que no, diabetes no controlada o colesterol alto- y negué de nuevo.- ¿Fumas?
-No
-Entonces nos quedan tres opciones por lo que podría haber sido, debido a la hipercolestoremia familiar, que significa que un familiar tenga mucho colesterol y eso le produzca ataques cardíacos. Es decir, genética. Y igualmente la descartamos, porque eso si que sucede a partir de los 30, por lo que no es. Otra opción sería por marihuana, el riesgo de infarto aumenta 5 veces más tras fumar marihuana.
-No fumo nada-dije de nuevo.
-Entonces, por descarte, tu ataque cardíaco fue provocado por un estrés no controlado, algo hizo que tu corazón comenzara a bombear más fuerte y rápido de lo debido, y se formó una fuerte presión arterial que coaguló tu sangre. ¿Recibiste alguna mala noticia, o últimamente estuviste sometida a mucho estrés?
-Bueno, no hace mucho murió su padre, capaz...-intervino mi madre de nuevo. Peter no decía ni una palabra. Tenía la vista fija en el médico.
-Puede ser eso, ¿Te medicas con algo Lali?
-Lo único que tomo es la píldora
-Está bien. Entonces lo que te recomiendo es lo siguiente. Descansa, en las próximas 4 o 6 semanas.
-¡¿4 o 6?! ¡pero eso es muchísimo!-reclamé
-Esque un infarto no es cualquier pavada... No te pido reposo absoluto, puedes intentar hacer vida normal, pero evita el levantamiento de cosas pesadas, intenta no hacer demasiado esfuerzo, tómate 40 o 60 minutos de descanso cada tarde, duerme lo mejor que puedas. En cuanto a hacer ejercicio, yo te mandaré unos cuantos para que hagas en casa, después ya podrás hacer lo que quieras. Ah, otra cosa, evita también los alimentos salados y la comida rápida. Te voy a mandar un fármaco antiplaquetario para que no se coagule la sangre y un ácido acetilsalicílico.Tal vez te sientas muy cansada estos días y muy ansiosa porque tienes que tener mucho cuidado con todo, pero estos sentimientos desaparecerán en unas semanas. Y Lali, sobre todo, si sientes dolor o pesadez en el pecho, la mandíbula o el cuello, dificultad para respirar, mareos, gases o sudor frío ven a verme.
-Muchas gracias doctor-y fue la primera vez que Peter abrió la boca
-Muchísimas gracias-dijo ahora mi madre. Yo simplemente sonreí en forma de agradecimiento.

Al salir de la sala, me sentí abrumada, no dejaban de hacerme preguntas y de abrazarme. Entonces apareció de nuevo Caridad, mirándome, pero no podía adivinar su expresión de la cara. Recordé todo lo que me dijo y sentí un leve mareo.

-¿Te sentís bien mi amor?-preguntó Peter y yo asentí
-Sólo estoy algo cansada.

Me despedí de Agus y Can y de Gastón y Rochi, prometiéndome que me llamarían por la noche para ver como estaba. Estuve inconsciente unas cuantas horas pero todavía era por la tarde. Fuimos a casa de mi madre con Peter, ella se sentía más segura teniéndome con ella, no dejaba de abrazarme. Todavía seguía asustada.

-Mi amor, ¿quieres algo para tomar y reponer fuerzas?-preguntó Nina.
-No, gracias-Nico estaba abrazándome, a mi lado.
-Lali, hoy duermes acá y mañana vamos a ir a tu casa a coger tus cosas, quiero que estés acá hasta que te pongas bien-dijo mi madre.
-!¿Qué?! No mamá, yo quiero estar en mi casa, tranquila.
-No me importa lo que vos quieras, no te pienso dejar sola, ¿y si vuelve a ocurrirte?
-Pero mamá, yo quiero seguir con mi vida normal, trabajando, yendo...
-¿Qué?-dijo ahora Peter-vos no vas a trabajar, ¡Lali te agarró un ataque al corazón por dios! no es cualquier pavada, ya escuchaste al médico.
-El médico también dijo que podía seguir con mi vida normal, yo amo mi trabajo, no quiero estar 4 o 6 semanas sin trabajar.
-Por lo menos dos, Lali-dijo Peter muy serio,
-Además, es tu clínica, puedes pedirte un descanso, y tus compañeros lo entenderán perfectamente. Llamaron para saber como estabas, se preocuparon mucho. No va a pasar nada-añadió mi madre.
-Está bien, este es el trato, yo me pido las dos semanas libres pero me quedo en mi casa. Si quieren contrato a alguien para que me haga las tareas y no tener que hacerlas yo, pero quiero estar en mi casa. Con mis cosas, con mi cama, necesito estar allí-y esa no era la verdadera razón por la que quería estar en mi casa, no estaba preparada para estar con mi madre y hablar tranquilamente como si nada. Necesitaba ponerme fuerte, y cuando lo estuviera, preguntarle sobre Caridad. Mi madre iba a reclamar sobre mi propuesta cuando Peter habló.
-Gimena, yo puedo quedarme con ella estas semanas. Pediré también dos semanas libres y si les parece bien me instalaré allí con ella estas dos semanas, yo me encargaré de la casa. Y seguro Can, Gastón y Agus también se ofrecen a ayudar. Y bueno, vos ven a visitarla cuando quieras, por supuesto-le explicó a mi madre, y yo agradecí que se ofreciera a cuidarme. Aunque no me hiciera mucha gracia que estuviera controlando lo que hago todo el día, al menos sabría así que no tendría a mi madre allí las 24 horas. Mi madre finalmente aceptó, aunque no fue fácil. Al llegar a casa con Peter me senté en el sillón y el se ofreció a hacer la cena.

-¿Estás bien, necesitas algo?
-Estoy bien- él dudó unos segundos y entonces me abrazó fuerte.
-¿Qué pasa?-pregunté y no respondió- Estuviste muy callado todo el día, ¿estás bien?-entonces me separé para mirarle a los ojos y vi que se le habían humedecido.
-Me asusté muchísimo, hubo un momento que pensaba que te perdía-y ahora le cayó una lágrima y yo se la limpié.-Cuando me dijeron que estabas en el hospital, nose... se me pasaron tantas cosas por la cabeza, y después dijeron que era un ataque y yo... ya no se vivir sin vos, Lali.-yo me mordí el labio y lo besé dulcemente.
-Pero estoy bien mi amor, está todo bien. Ya pasó-y volví a abrazarlo con fuerza. Se limpió las lágrimas e intentó pararse, pero lo detuve. -Peter-y me miró a los ojos, prestándome atención.
-¿Qué pasa?
-Se porque me agarró el infarto-dije mientras se me cristalizaban los ojos al recordarlo de nuevo, necesitaba contárselo.