viernes, 9 de agosto de 2013

CAPÍTULO 1





NOVELA "SER DIFERENTE"
CAPÍTULO 1: "Ya es hora"


Me encontraba tumbada sobre mi cama. Abrí los ojos lentamente cuando me di cuenta que unos cuantos rayos de sol penetraban en mi habitación y reflejaban en mi rostro. Me levanté y fuí hacia la ventana, la abrí y respiré profundamente por la olor a hierba mojada. Era sábado, 09:15 de la mañana y me fuí a ducharme. El agua fría que recorría mi cuerpo provocó que todo mi cansancio desapareciera. Tardé una media hora. Me sequé un poco el pelo con la toalla y me vestí. Me puse frente al espejo mientras lentamente desenredaba mi pelo, y como todas las mañanas, me repetí hacia mis adentros:
<<Me llamo Mariana Espósito. Tengo 23 años. Soy de Buenos Aires. Soy diferente>>

Tocaron al timbre. Fuí a abrir a mi amiga, que como casi todos los sábados venía a verme.

-¡Buen día amiga!- me dijo con su energía y esa sonrisa que siempre llevaba en el rostro.
-Buen día Cande
-Espero que todavía no hayas desayunado, mirá lo que traje-y me mostró una bolsa de croassans, aquellos que sabía que me encantaban. Sonreí al verlos.
-Sos la mejor. ¿Querés café?
-Sí, con leche porfa, y con una cucharada...
-De azúcar-terminé la frase-Lo sé-le dije sonriendo
Fuí hacia la cocina y ahí estaba, aquello que llevaba siguiéndome durante meses y que hacía que me mortificara constantemente. Tenía sus ojos clavados en mí.
-Basta... basta, por favor-apreté los ojos con fuerza, queriendo que aquello desapareciera, y de nuevo me repetí lo mismo:
<<Me llamo Mariana Espósito. Tengo 23 años. Soy de Buenos Aires. Soy diferente>>
-La, ¿donde querés...?
Candela entró a la cocina y ahí me vio, plantada, como una loca, como lo que soy.
-¿Lo estás viendo otra vez, no?-Sólo la miré-Basta Mariana, basta, deja de hacer como que no pasa nada. Deja de disimular conmigo.- y fue la primera vez en mucho tiempo que vi a mi amiga seria, incluso diría que enojada.-A mí no. Dale, llora, enojate, pero deja de reprimirte. Pareces un robot, estoy harta de verte así.

Y por una vez me puse en su lugar respecto a este tema, comprendí que tampoco tenía que ser nada fácil aguantarme así. Observé su rostro, donde ya no se encontraba ninguna sonrisa. La abracé.
-Lo siento amiga, lo siento de verdad.
-A mí no me tienes que pedir perdón, sino a vos misma, por lo que te estás haciendo.
-No me estoy haciendo nada Candela, sólo intento ser como todo el mundo.
-Pero esque vos no sos como todo el mundo, a ver cuando te entra en la cabeza. ¡Y a ver cuando entendes que ser diferente no es malo! Yo te quiero así, diferente. Gastón te quiere diferente. A nosotros siempre nos vas a tener, Lali. ¿No deseas poder ser feliz en todos los aspectos de tu vida?
Y entonces, sin quererlo y sin poder evitarlo, mis ojos comenzaron a humedecerse al escuchar  esas palabras.
-¿No tener que aceptar nada que no te agrade? ¿Sentir que tu vida la controlas vos y nadie más? ¿No intentar agradar a los demás y no ser alguien que no sos? Yo quiero a mi amiga, a la Lali alegre que conocí y que se enfrentaba a sus problemas, que llevaba las riendas de su vida. No me gusta esta Lali que oculta lo que siente.
No respondí, las lágrimas ya caían por mi rostro.Sólo resoplé. Afirmé en silencio; no me salían las palabras, eran demasiados pensamientos. Finalmente pude romper mi silencio.
-Tenes toda la razón... A partir de hoy voy a recuperar mi vida, voy a comenzar a ser la que era antes, te lo prometo Can-dije secándome las últimas lágrimas y con una sonrisa esperanzada.
-Y yo te voy a ayudar mi vida-dijo ella finalmente satisfecha con una gran sonrisa.

Y las dos nos fundimos en un cálido abrazo, de esos que hacía tiempo no nos dábamos, de esos que yo tanto necesitaba. Todo iba a volver a ser como antes, tenía que aceptar la realidad, MI realidad, para así poder vivir con ella.