Bueno, tengo que decir que no pensaba subir tan temprano, pero como hoy es el cumple de una amiga me pidió que le regalara el primer cap de la nove, así que espero que entiendan si algunas veces tardó más de un día en subir capítulo, ya que todavía no me dio tiempo a escribirla. Bueno, FELIZ CUMPLE SKY!! ella es la genia que escribe las noves de casijuegosca.blogspot.com y amorencopos.blogspot.com, les recomiendo las dos porque son I-N-C-R-E-I-B-L-E-S.
Y bueno amiga, a tí decirte que disfrutes de tu cumpleaños y de tus 17 y que no cambies por nada del mundo porque eres estupenda!! Aquí tienes mi regalo y espero que te guste:) te quiero!!!!
pd: Firmen si quieren más si?????? Besos y gracias!!!
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Capítulo 1:
Juan Pedro Lanzani se encontraba montado en el coche de su mejor amigo, rumbo al primer día de clase del último año de su carrera. Llovía a mares, pero eso no era algo extraño en Forks, dónde Peter había nacido y se había criado. Forks es un pequeño estado de Washington, dónde a penas sale el sol y no llega a los 4.000 habitantes, pero él nunca se había podido permitir marcharse de ahí. Peter era un chico alto y delgado. Tenía el pelo castaño y los ojos verde aceituna. Durante ese año, sólo tenía un objetivo en mente: graduarse en la universidad y marcharse en busca de oportunidades, ya que pensaba que esto último se lo debía a él mismo. Estaban doblando la esquina del final de la calle cuando algo le llamó la atención, iban bastante despacio así que pudo detenerse a observar por la ventana del coche. Una mujer salió de una casa corriendo para evitar que la lluvia la alcanzara demasiado. Fue hasta su coche, que estaba aparcado fuera de la casa, se puso a descargar un par de cajas y entonces sus miradas se encontraron y por un momento Peter creyó que el coche iba todavía más despacio. La mujer tenía los ojos color café y su pelo castaño asomaba por la capucha, empapado. Ellos se alejaban y Peter no podía apartar la mirada de ella.
-¿Qué demonios hace una chica tan joven mudándose a Forks?- preguntó Peter y Pablo miró por el espejillo y levantó los hombros. Ni siquiera se había percatado.
-Si es tan joven tal vez venga a la universidad con nosotros.
-Tal vez-dijo Peter distraído, que quedó pensándolo unos segundos, con la imagen de esa chica en su mente, pero esa imagen desapareció cuando Pablo lo asaltó.
-¡Joder, vamos a llegar tarde el primer día de clase!-dijo nervioso mientras giraba en la última esquina antes de llegar.
Al entrar en la universidad, se podía palpar el caos de la gente y el aire abrumador. Peter se motivaba a sí mismo repitiéndose que era su último año, y que sus notas eran muy buenas y tenían que seguir así, su último esfuerzo.
Tocaron a la puerta y al entrar buscaron dos pupitres libres, no sin antes disculparse ante el profesor por no haber sido puntuales. El primer día pasó lento, pues los maestros simplemente presentaron las clases y explicaron la planificación sobre el semestre. Pablo pasó la mayor parte del tiempo ladeando un boli y anotaba cosas de vez en cuando. Él también solía sacar buenas notas, aunque no tanto como Peter, y además Pablo había salido con muchas chicas durante su carrera y eso le había distraído, al contrario que Peter. Pablo era un chico alto y delgado, de ojos celestes y con una bonita sonrisa.
Con disimulo, Peter sacó el móvil del bolsillo y observó como pasaban los segundos. Odiaba estar sin hacer nada, además sin contar que la noche anterior Pablo y él salieron de fiesta con unos amigos, ya que empezaba el semestre y era la última fiesta que podrían tener tan "a lo grande". La clase llegó a su fin y de nuevo volvió el caos en los pasillos de la universidad. Una vez fuera, ellos pudieron respirar el aire fresco.
-¡Cómo me fastidia que nos hagan venir para esto! ¿No pueden mandarnos la planificación por correo y nos organizamos en casa?-se quejó Pablo.
-También tienen que presentarse ellos, supongo que lo harán por eso-A Peter también le parecía un fastidio venir, aunque no estaban demasiado lejos de la universidad les parecía una pérdida de tiempo.
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Peter llegó a su casa, estaba exhausto. Entró intentado no hacer ruido, pero no lo consiguió y lo que quería evitar, pasó.
-Ey, tú. ¿Pensabas irte a tu habitación sin contarle que tal el primer día a tu padre?
-Fue muy bien papá, todavía no hicimos nada importante. Estoy muy cansado, por la mañana trabajé y estuve toda la tarde en la universidad, necesito un baño y echarme a dormir, por favor.
-Si no hubieras salido ayer de fiesta, eso no te hubiera pasado-musitó su padre balanceándose hacia el sofá-Irresponsable.
Peter respiró hondo, se dio un baño y bajó de nuevo a la cocina. Cenó rápidamente y recogió todo antes de recibir quejas por parte de su padre.
-Tienes la cena en el horno-se dirigió a él-Buenas noches, papá-pero una noche más no obtuvo respuesta por su parte. Se acostó en la cama, pensando que en menos de un año todo podría cambiar, podría ser diferente, empezar de cero y vivir una vida de verdad.
