NOVELA: "SER DIFERENTE"
CAPÍTULO 20: "Feliz cumpleaños"
Me quedé atónita, aunque agradecí que no fuera Peter Lanzani el
nombre que me dijo, ya que con suerte no tendría que verlo.
Llamé a Can y quedé con ella de inmediato, le dije que era
urgente.
-Hola La-me dijo ella saludándome- ¿Qué pasa? Me asustaste
-Hola, vení sentémonos- estábamos en una cafetería, ella no
despegaba la vista de mí.-Apareció un nuevo fantasma.
-¿Lo conocemos?- ella se estremeció
-No, no tranquila. Nosotras no, Agus.
-¿Agus?-preguntó frunciendo el ceño.
-Quiere hablar con él, no se más.
-Pero... ¿Por qué? ¿Quién es? No me dijo
que perdió a nadie
-No tengo ni idea
-Ay-dijo ella poniéndose las manos en la
cabeza- ¿No sería una novia suya? ¡O peor, su mujer! ¡O una amante, jodeme que
era la amante!
-Can, tranquilízate, eso lo primero. Sea
quien sea, Agus nos dará una explicación. El problema no es ese, sino como
vamos a contarle. ¿Ya sabe lo mío?-Can negó
-Yo le dije que le contarías tú, y por lo
que se Peter no quiso decirle.
-Me da mucho miedo Can, es tu novio, no es
alguien que no conozcamos y..
-La, va a salir bien, ¿si? Ahora llamo a
Agus y quedamos con él.
-Está bien, a poder ser que no sea en su
casa, por Peter…-ella asintió.
Más tarde Candela me
llamó para decirme que habíamos quedado a las 21:00 en casa de Agus y Peter, lo
hizo adrede para que Peter estuviera. Quería que superara el miedo de Peter con
el tema de los fantasmas, pero ya lo perdí a él, no sé de que tenía miedo.
¿Está mal sentir miedo? Yo tengo miedo,
pero no se de que, ni por qué… Mi papá siempre me decía: valiente no es el que
no tiene miedo, sino el que tiene miedo pero lo enfrenta. Pero a veces, el
miedo es tan grande que me paraliza, me cierra el pecho y no puedo respirar.
Pero lo peor es cuando no sé a qué le tengo miedo y el miedo es cada vez más
grande. Y él me enseñó que lo importante es que el miedo no me detenga. Pero
hay otros miedos que uno no sabe ni de donde vienen, ni miedo a qué. Y cuando
tenes miedo y no sabes de que, es peor, porque no sabes que hacer. Es como el
monstruo de abajo de la cama, eso es lo que me pasa ahora, siento miedo, como
cuando era chiquita y creía que había un monstruo.
Llegamos a casa de Agus y Peter, Can me agarró fuerte la
mano y tocamos al timbre.
-Hola chicas-nos saludó Agus sonriendo y le dio un pico a
Cande-pasen.
-Hola mi amor-dijo Cande
-Hola Agus
Nos sentamos los tres en los sillones de su salón. Salió
Peter del baño mientras se ponía una camiseta. Los tres nos quedamos
observándolo y él se sorprendió al verme ahí.
-Hola-musitó.
-Hola-dijimos Can y yo al unísono y él se acercó a
saludarnos. No apartaba su mirada de mí.
-¿Qué hacen… acá?
-¿Acaso no podemos venir?-preguntó Can de mala gana
-No es eso… solo que me extraña que…
-Bueno- lo interrumpió ella- Mi amor-y ahora se dirigía a
Agus- vinimos porque Lali tiene que hablar con vos-y los dos chicos me miraron.
En ese momento me hubiera gustado que me tragara la tierra.
-Agus...-ahora hablaba yo y Peter se sentó frente a
nosotras. Can volvió a cogerme la mano, dándome ánimos.- verás… ¿De qué
conocías a Vanesa? Nesi le decías- y esque ella estaba con nosotras desde que
entramos a la casa. Miré a Peter, no dejaba de observarme, ya sabía de lo que
hablaba.
-¿Nesi?-y él tenía cara d sorpresa- ¿Vos cómo sabes quién era Nesi?-Peter me miró
sorprendido, supongo que sabría quien era ella. Podía notar lo nerviosa que
estaba Cande por saber quién era.
-Agus, es difícil de creer, pero puedo ver espíritus que no
se fueron porque tienen algo pendiente. Y Vanesa me pidió ayuda, necesita
hablar con vos-Agus miró a Candela y ella habló antes de que él respondiera.
-¿Quién es?
-Era mi tía, la hermana de mi padre, murió hace medio año de cáncer-y de nuevo
dirigió su mirada hacia mí.
-No te cree, dile que se acuerde del último día que estuve
con él. Yo estaba ingresada en el hospital, y él se quedó conmigo toda la
tarde. Estuvimos hablando de que tal vez sus papás se separaban, él los había escuchado decirlo y me lo contó.
Sólo yo lo sabía, decile.
-Él último día que estuviste con ella estuvieron hablando de
que quizás tus padres se separaban, vos lo escuchaste y sólo a ella le
contaste. Estuviste con ella toda la tarde.- Agus tenía lágrimas en los ojos.
-¿Está acá? –preguntó y yo asentí.
-La razón por la que
estoy acá es porque no encontré el momento de contarle esa tarde, y pensaba
volver a verlo, pero ninguno de los dos sabíamos que el día siguiente sería el
último día de mi vida. Decile que les coja a sus padres las llaves de mi casa,
y que en mi habitación, mire en el cajón de mi mesilla. Es mi regalo de cumpleaños para él, las
guardé ahí por si no llegaba a estar viva ese día. Todos los años le regalaba
algo, estábamos unidos, no tiene muy buena relación con sus padres, nunca la
tuvo. Y llego un poco tarde con el regalo, pero él tenía que saberlo y tiene
que verlo, es la única razón por la que no crucé la luz.-sonreí. Pocas
veces era algo tan bueno lo que tenía para decir un fantasma.
-No encontró momento para contarte y no tuvo oportunidad,
murió antes de lo que esperaba. La razón por la que no puede avanzar es porque tiene
que darte una cosa, tu último regalo de cumpleaños, como te hacía cada año.
Está en su casa, en el cajón de la mesilla de su habitación, necesita que lo
veas. Me dijo que estaban unidos-Agus esbozó una pequeña sonrisa.
-Sí, lo estábamos-sonrió- ¿Me acompañan?-dijo mirándonos. Me
creía, le había dicho cosas que era imposible que supiera si no fuera por ella,
y estaba feliz de que me creyera. Peter estaba en proceso de hacerlo.
Fuímos los cuatro en el auto de Can, en el que habíamos
venido juntas. Paramos en casa de los padres de Agus, cogió las llaves de casa
de su tía y fuimos directos. Entramos en su casa y él fue directo a la
habitación. Abrió el cajón y sacó un sobre, se quedó mirándolo. Lo abrió y sacó
lo que había dentro.
-Son dos pasajes de
avión para Nueva York, para que vaya con la
persona que él elija. Su sueño siempre fue viajar a Nueva York, es para
navidad. Se que es la fecha que más le gusta para ir.
-Dice que siempre fue tu sueño ir a Nueva York, sobre todo
en navidad
-Así es-dijo él y miró a Can- y más con mi chica- ella
sonrió sorprendida y le dio un gran abrazo
-Hay algo más-le dijo su novia. Él sacó un trozo de papel
del sobre y una pequeña rueda de madera.
Feliz cumpleaños sobrino, creciste
tanto… ya sos todo un hombre. Este es mi pequeño legado: unas cuantas palabras
y una rueda. No vas a necesitar mucho más, lo mismo me dijo tu abuela al
cumplir tu edad. Y si no llego a estar ahí ese día, quisiera regalarte esas
mismas palabras. La vida es como una rueda, nunca lo olvides. Lo que nace, nace
para morir. Lo que muere, muere para nacer. La vida es un ir y venir. Lo que se
hace se paga, siempre. Y recuerda, es preferible morir honrado que vivir
deshonrado. Es ley. Disfrutá cada momento, hasta los malos son necesarios,
siempre algo bueno se saca de ellos. Agradece las pequeñas cosas de la vida, un
abrazo, una palabra de aliento, un amigo. La vida es una rueda, sobrino, te va
a rodar con ella. Aprende a ser feliz en el camino. Sé feliz, es mi único
mandato,mi amor.
Agus no
pudo evitar emocionarse y Candela lo abrazó, después Peter. Vanesa estaba
sonriendo, también emocionada.
-Ya la veo, veo la luz.
-Ya se
va, ve la luz-dije y todos centraron la atención en mí- quiere que nunca
olvides que te quiere, y quiere que seas feliz. Y dice que lo cuides-le dije
ahora a Cande.
-Tía-dijo Agus mirando a su alredor. Gracias, por todo.
Me encantaron mis regalos, no podían ser mejores, como vos. Sos la mejor. Te
quiero-Can no le soltaba la mano en ningún momento.
-Gracias Lali-me dijo antes de marcharse
Peter me estaba mirando,
casi parecía que sonreía un poco. Se acercó a mí y me agarró de la mano.