Capítulo 47
Peter y Lali agradecieron a los
policías por su trabajo, y especialmente a Marcos, un muy buen amigo de Peter.
-¡Eh, Peter!-lo llamó-una cosa más-se
acercó junto a él y a Lali.
-Quería proponerte con tu mujer aquí…
sé que vas a ser padre y como ya sabes yo soy desde hace muy poco-Peter frunció
el ceño, confundido- Además… acabas de graduarte en el grado de criminología y
hoy has demostrado astucia y valor con todo este caso, así que… me gustaría
proponerte que si cuando tu mujer dé a luz te gustaría incorporarte al cuerpo
policial, haciendo las pruebas necesarias para poder incorporarte obviamente-Peter
miró a Lali, y ella le sonrió, observando ese brillo especial que desprendían sus
ojos verdes.
-Me encantaría-se dirigió a Marcos al
final-sería un honor, es lo que siempre he querido y no imaginaba conseguirlo
tan pronto-ambos se abrazaron-muchas gracias.
Al fin se despidieron de Marcos y
volvieron a casa, junto con sus mejores amigos.
-Chicos, siento que todos os hayáis
pedido el día libre, pero creo que deberíais volver-musitó Peter.
-¿Estás de broma? Es como si
hubiéramos empezado de nuevo, entrar a casa de nuevo me ha dado otra sensación
a cuando he salido esta mañama. Estoy feliz, muy feliz. Y nada me apetece más
que pasar el día contigo -le dejó un dulce beso en la comisura de los labios.
-¡Sí! Además esto merece una
celebración, ¿no?-sonrió Euge.
-¡Voy a buscar algo!-se fue Pablo
hacia la cocina.
-Eh, espera, que tú eres capaz de
traerte todo el mini bar-fue Peter tras él y las chicas rieron.
-Ay amiga-la abrazó Euge-¡me alegro
tanto, tanto! Ahora vas a poder estar tranquila, nunca más os va a molestar.
-Sí, la verdad es que si ya era feliz
antes, ahora con esto mi felicidad es completa, ahora puedo vivir tranquila
junto a mi hermosa familia-sonrió y Euge le devolvió la sonrisa.
-Pero que sepas que esto podría haber
acabado muy mal con tu arrebato de quedar con él-le regañó con el dedo índice
levantado- por suerte todo ha salido bien, pero podría haber terminado en una
desgracia. Ese hombre está loco. Y sigo enfadada contigo por haberte marchado
así y no decirme nada-Lali la abrazó de nuevo.
-No te enfades porfi-le puso voz de
nena y la abrazó de nuevo-lo siento, ya lo sé y tienes razón en todo, pero sé cómo
eres y si te lo hubiera contado te habrías puesto como loca, y lo sabes-dijo
antes de que Euge pudiera abrir la boca y ella rió, sabía que su amiga tenía
razón-lo importante es que estoy aquí ¿vale? que estamos todos, juntos.
-¿Y has hablado con tu madre?
-Sí, me ha llamado enseguida y no he
podido hablar mucho con ella, pero le he contado por encima y sabe que ya está
todo bien.
-¡Aquí estamos!-gritó Pablo con tres
copas en la mano y una botella de vino blanco.-La, a ti te he traído una
coca-cola-le mostró todos los dientes.-Bueno-dijo rellenando las copas-por los
amigos-levantó su copa y todos brindaron.
Lali comenzó a sentir unos dolores muy
fuertes en su vientre y comenzó a notar
algo frío que recorría sus piernas. Miró para debajo y se puso pálida. Había
roto aguas.
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